viernes, 14 de junio de 2013

Blue Valentine



Triste San Valentín como se llama en español a este drama amoroso, es protagonizada por Ryan Gosling y Michelle Williams, quienes ofrecen una actuación digna de admirar en este filme, ambos nominados a los Globos de Oro, esta ultima al Oscar. Dirigida por Derek Cianfrance, este es un filme independiente que muestra la realidad del crecimiento emocional y personal de una pareja, muy lejos del idílico cuento de hadas que estamos acostumbrados a recibir de Hollywood. Se lo recomiendo a personas que les gustan la películas cargadas de inteligencia emocional y realidad, realmente vale la pena, afecta mucho ya que es bastante complicada, tal cual lo es el mundo real. 


Inicialmente estaba contemplado comenzar a rodar la película en el 2008, pero debido a la muerte de Heath Ledger, de quien ahora Williams es viuda, se atrasa el proceso un año, por lo cual se filma en el 2009.  Para agregarle realidad, el director le solicita a los 2 protagonistas que vivan juntos en una casa alquilada por un mes en un barrio estado estadounidense de clase obrera, entre sus tareas estaban ir al supermercado, salir al parque, en fin las tareas cotidianas de pareja. De igual manera el director les daba instrucciones a ambos de como reaccionar en ciertas situaciones para ir creando esa complejidad de pareja. 

En un inicio de la relación vemos a una Cindy (interpretada por Williams) estudiante de medicina, dispuesta a correr riesgos, una chica dulce de familia. Y conocemos a Dean(Ryan Gosling), un idealista enamorado del amor, y quien est
á absolutamente derretido por la bella Cindy. Al principio, vemos un romance digo de película de hollywood, apuestas por los dos y estas seguro de que serán felices para siempre ya que como se dice, el hecho de que sean polos opuestos los hace ser complemento el uno del otro. 

Conforme se desarrolla la película, ya vemos a la pareja en sus treinta y tantos, de acuerdo a la edad de su hija probablemente unos 7 u 8 años mas tarde, vemos el desarrollo de Cindy, quien es la que lleva el pan al hogar trabajando como enfermera, desgastada tanto en forma física como emocional. En cambio, Dean es el encargado del hogar, pinta casas de cuando en vez, se levanta  a las 8:00 am y se toma una cerveza, cosa que considera uno de los grande lujos de su trabajo. El problema está en que para el, esto es su felicidad, ser padre y esposo es todo lo que necesita, no ve mas allá. Sin embargo Cindy, espera mucho mas de el e intenta, realmente intenta hacerle saber que a ella le gustaría que el tuviese una profesión en la cual su primera acción no fuera tomar una cerveza en horas de la mañana, algo que realmente lo llene, en lo cual recibe una reacción negativa de parte de el, que no sabe como explicarle que esa vida que lleva es lo que le satisface a cabales. 


Vemos el después del felices para siempre, lo que pasa cuando dos personas adultas crecen aparte y buscan distintas cosas en la vida. Es difícil a ratos, ya que siempre en estos casos buscamos a un culpable del deterioro de la relación  y no lo hay, simplemente son 2 personas en el mismo tiempo y espacio, en diferentes lugares emocionales. Llegas a un punto en que no hay manera posible en la que veas que esta relación pueda sanar, y los 2 personajes que al principio no imaginabas ver separados, ahora no soportas verlos juntos. 


Como escuché en una ocasión "la razón por la que empiezas a enamorarte de una persona es la que terminará alejándote de ella", esta frase cobra realidad en este drama, en el cual lo que hizo a Dean atractivo al inicio, es exactamente lo que lo hace inútil como esposo. Ella se siente amarrada a el, por una gran ayuda que el le ha dado en un momento que pudo haber elegido no hacerlo. Algunas veces la rutina es motivo suficiente para que una relación muera, el amor no siempre es suficiente. 


A pesar de que en estos días, un gran porcentaje de matrimonios termina en divorcio, estoy segura de que nadie se encamina al altar contemplando algo diferente que una vida llena de felicidad. Es un contraste en el romance que fantaseamos, aquel anhelado felices para siempre, y una relación real con altas y bajas, en el cual no todo pinta color de rosa. No es una realidad agradable pero si posible. Vemos reflejada aquella necesidad que como seres humanos tenemos de sentirnos amados por alguien especial, y el vacío que nos deja el final de una relación. La triste desintegración no tanto de un matrimonio, pero del amor en si.     







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