Comedia romántica del 2011 en la que actúan Steve Carell, Julianne Moore, Ryan Gosling y Emma Stone, no es la clásica tonta y predecible chick flick, de hecho es una de las mejores que he visto.
Carell interpreta a un cuarentón simplón que se encuentra con que su esposa (Moore), desea divorciarse de el después de serle infiel. Luego de pasar el estado de shock, decide ir a un bar sin poder levantar ni las moscas; y es allí donde conoce a un chico (Gosling) que le ayudará en su imagen personal.
Una de las cosas que me gustaría señalar de esta película, son los personajes, los cuales son bastantes realistas y no las clásicas caricaturas del "hombre perfecto y damisela en apuros" que suelen aparecer en chick flicks. El plot twist en el cual se revela que los personajes están entrelazados, me sorprendió. También quiero destacar las habilidades para la comedia que tiene Ryan Gosling, quien es a mi parecer uno de los grandes actores de su generación, y quién es uno de los más guapos también.
Vemos tres relaciones diferentes que le hacen honor al título de la película. En primera estancia, tenemos a esa pareja madura en sus cuarenta y tantos, en los cuales a pesar del gran cariño que se tienen, la rutina pudo más; lo cual es algo que vemos pasar a diario con las parejas que se casan muy jóvenes y crecen aparte. En segundo lugar tenemos a una pareja joven de veinteañeros, una chica segura de si misma, profesional y un womanizer, y como dicen polos opuestos se atraen y hacen una pareja hermosa. En tercer lugar, tenemos un triángulo amoroso cuando el hijo del personaje principal se enamora de su niñera, mientras que esta está enamorada de su jefe.
A fin de cuentas, cual comedia romántica optimista, todo se resuelve y salen bien. Dejando un buen sabor de boca.
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