Stranger than fiction

Son la 1:11 am del 1 de Enero de 2014. Acabo de terminar de ver Stranger than fiction, hermoso filme que protagonizan Diane Keaton, Maggie Gylenhall, Queen Latifah y uno de mis actores favoritos, Will Ferrell. La película es acerca de una escritora que no ve la manera de ponerle punto final a su nueva obra. No sabe como matar coherentemente al personaje principal, razón por la cual la casa editorial decide enviar una asistente para que le ayude a terminar la historia en la fecha prevista.

En el otro lado tenemos a Harold Crick, el protagonista de dicha historia, el cual empieza a escuchar una voz femenina narrar su vida, sin saber que existe alguien escribiendo sobre ella. En una de estas narraciones, Harold escucha que la voz dice que pronto morirá y es aquí donde empieza la búsqueda de aquella persona que desea acabar con su vida. Harold es una persona metódica y calculadora, excelente para las matemáticas y rutinario a morir. De esta forma, ha vivido los últimos 12 años de su vida, teniendo todo fríamente calculado, sin la necesidad de ese calor humano. Todo cambia cuando se entera que va a morir, empieza a hacer las cosas que le gusta hacer, dejando su rutina a un lado. Destaco la actuación de Will Ferrell, a quien estoy acostumbrada a ver en comedias, llevándome una grata sorpresa, no es unidimensional, gran actor.

Los seres humanos somos así, cuando lo tenemos todo por lo general las cosas nos dan igual, y seguimos metidos en esos estilos de vida que no nos gustan, trabajando para pagar deudas y sobrevivir. En cuanto sabemos que estamos en peligro,comenzamos a vivir plenamente; ¿por sueño vivir así día a día? Por que esperar a que algo suceda para reaccionar? Es la naturaleza humana, supongo. La soledad no es mala, es encontrarte a ti mismo, conocerte  ti mismo y aprender a ser feliz contigo mismo, para después poder pensaren ser feliz con alguien más. La soledad es tu amiga.

Soy una fanática de las letras, siempre he considerado a la prosa mi mejor amiga, por lo cual esta película toca un lugar muy especial en mi, convirtiéndose automáticamente en una de mis películas favoritas.  Los que escribimos, siempre tenemos historias con personajes ficticios y los manejamos de la manera que nos parezca, sin importarnos la felicidad de estos personajes, usándolos para nuestros propios fines, aspirando a tener esa obra maestra. Así mismo aveces hacemos con las personas en nuestras vidas, los usamos para nuestros fines egoístas para lograr nuestros cometidos. Gran película. Gran moraleja.