La película no se centra tanto en el
boxeo, el cual es manejado coherentemente y se apega bastante a las peleas que
vemos en HBO, sino más bien los problemas a los cuales se tuvo que sobreponer
Micky, para lograr ser reconocido como uno de los mejores boxeadores
profesionales de peso welter. Su problema principal era la familia disfuncional
a la cual pertenecía.
Hablemos un poco de su familia, vemos a la
matriarca Alice, quien es una señora guapa de temperamento fuerte y que muestra
una marcada preferencia hacia su hijo Dick, que asume que es quien más la
necesita. No le es suficiente con la poca visibilidad que le da a Micky como hijo, sino que
por conseguir ganancias, no le interesa tirárselo encima al primer gorila que
aparezca, sin pensar en la repercusión que esto pueda tener para su salud. Este
personaje es interpretado por Melissa Leo, quien nos entrega este personaje de
la manera más real que existe, comiéndose por completo el papel que encarna.
Quizá no tiene la misma cantidad de tiempo en escena como Christian, pero en
las pocas que aparece la hace merecedora de ese Oscar.
Están las hermanas, que aparte de ser un
cuartel de feas, no hacen sino criticar sin aportar nada positivo o relevante,
siempre se les ve a todas en las casa vagueando. Esta el padre de Micky, que es
el único ser coherente en la casa y que está realmente preocupado por el rumbo
que está llevando la carrera de su hijo en las manos de su esposa e
hijastro.
Tenemos a Dick, hermano mayor de Micky,
interpretado por un magistral Christian Bale que da cátedra de actuación, en
esta me atrevo a decir, su mejor interpretación hasta el sol de hoy. Dick fue
un boxeador conocido por según el "knockear a Sugar Ray Leonard"
aunque todos saben que en realidad fue un simple resbalón. No aprovecho las
oportunidades dadas por la vida y se convirtió en un adicto al crack, alcohol
entre otras sustancias toxicas. Y aclaro, Dick no es una mala persona, es muy
querido por la gente de su ciudad e inclusive lleva el apodo "El Orgullo
de Lowell", todos los saludan y se muestran muy cordiales con este
pintoresco personaje, que me gustaría tener la oportunidad de conocer. Sirve
como entrenador para su hermano, y de hecho si sabe mucho de boxeo, pero sus
adicciones nublan su juicio y lo desenfocan de sus actividades. Al caer privado
de libertad en la cárcel, por ladrón y estafador, sufre por no tener acceso a
las drogas, y este tiempo a su vez le sirve para reflexionar, desintoxicarse y
pelear contra sus demonios internos. Recalco nuevamente el espectáculo que nos
ofrece Bale, y su tan merecido Oscar por esta interpretación, que por ratos me
metía tanto en su personaje que olvidaba estaba viendo a la misma persona que
interpreta a Batman.
También vemos a la hermosa Amy Adams, que
nos muestra un lado totalmente diferente a nivel actoral, muy lejos de aquella
princesa de Disney que vimos algunos años atrás. Es Charlene, quien consiguió
una beca universitaria como atleta de salto largo, pero que salio antes de
terminar por preferir ir de fiesta, ahora es bartender. En el bar donde labora,
conoce a un tímido Micky que la invita a salir. Luego no haciéndole falta mas
que en cinco dedos de frente, se da cuenta que Micky no avanza tanto
profesional como personalmente por estar sumergido en ese ambiente toxico que
crea su familia. Ella se da cuenta y trata de advertirle para que tome rumbo de
su camino. Adams, me sorprende mucho con esta actuación, muy diferente a los
papeles en los que usualmente la veo, cambiando un poco su dimensión como
actriz, rol que lleva a cabo de excelente manera.
La película me deja un excelente sabor de
boca, una de las mejores que he visto a nivel deportivo, categoría de la cual de la cual no me
considero fanática, pero quizá sea porque no se enfoca tanto en el deporte,
pero en los obstáculos que este ser humano tiene que atravesar para cumplir sus
metas, que es un tema universal en el cual todos como seres humanos nos podemos
fácilmente relacionar. La familia no por ser familia es nuestra mejor opción,
ni nuestra obligación. Muy recomendada.
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